(Por
Oswer Tovar).- Históricamente, la
arquería granate ha sido una de las posiciones más exigidas en la institución.
No es tan sencilla de ocupar y la exigencia y competencia por este puesto es
más que extenuante. Es tanta la complejidad del asunto que han sido muy pocos
los que han logrado salir del montón y llevarse a manos del esfuerzo y el
talento los corazones de la gente, porque para ejercerla se necesitan de intrínsecas
cualidades tanto tácticas como técnicas que a lo largo y ancho del desarrollo
deportivo del cancerbero se tienen que ir engranando de forma progresiva, y mucho
más en una entidad tan competitiva como esta.
Realmente, son muy escasos los jugadores que
pueden decir que tuvieron la entereza y valentía de hacer frente ante tantas
dificultades y adversidades. Contadas son las personas que han dado
verdaderamente todo a fin de desempeñarse con acciones notables en el combinado
industrial, porque en Carabobo no es solo patear la pelota y ya, sino vivir los
colores y sentir la camiseta del más grande de la región. De cierta manera, la
perspectiva general del guardián del arco cambia a través del tiempo, a lo que
mejora su calidad juego mientras la experiencia crece y el desenvolvimiento en
cancha se hace más grande.
Un ejemplo latente de esto es el de Deusdedit
Caguana, antiguo arquero del grana, quien ha tenido por todo el balompié nacional
una experiencia profesional bastante enriquecedora al jugar con Carabobo Fútbol
Club (2004-2007 / 2009-2014) por más
de ocho años y pasar por equipos como Llaneros de Guanare (2007-2008) y Caracas FC (2008-2009).
Tras ser reconocido por su trabajo en cada institución que estuvo, siempre resaltó
destacablemente la labor de los guardametas, quienes empeñan aguerridamente sus
esfuerzos para que la valla se encuentre en cero tanto en el ámbito profesional
como en lo personal, recordar que siempre tuvo acercamientos importantes con la
fanaticada en pro de ayudar a fundaciones y casas del estado.
‘‘Yo siempre he considerado a la posición como la mejor
dentro del fútbol y también dentro de la vida, porque muchas veces a este no le
permiten tener errores, entonces es algo que te forma tanto en el carácter como
en la personalidad. Son muchos los aspectos psicológicos pero al final te
forman como jugador y como líder de grupo’’, manifestó a modo de enseñanza con una ligera sonrisa en su
rostro.
Su temple y confianza a la hora de trabajar le forjaron una
forma de entender lo que pasa desde todos los enfoques al expresar que ‘‘cada
vez que me ven por allá me preguntan: ‘¿Te acuerdas del gol que te hice en el
año tal?’. Yo les respondo: ‘¿Sabes cuántos goles recibí en mi vida? Muchos’.
Entonces lo importante no son los goles que recibes ni los errores que cometes
sino cómo consigues un equilibrio para no repetir eso’’.
Luego de su variada pasantía por el Futve, reveló que la
colocación del meta ha dejado en evidencia un cambio sumamente extenso en los
últimos veinte años tanto en el ámbito nacional como internacional, en donde se
añaden de esta manera nombres que han dejado al menester en un lugar álgido que
honra los trabajos no solamente de los arqueros, sino también de los
preparadores.
En Carabobo el nombre de Deusdedit es muy conocido tanto en
el campo de juego como en las tribunas, ya que hizo vida latente en el club
tanto como un futbolista de la nómina como un hincha aguerrido que sufría o se
alegraba por el rendimiento del equipo. Lo vio como una pasión, con una
inmaculada sensación de pertenencia que le dio fuerzas para seguir y persistir
en una intensa búsqueda del éxito individual y colectivo.
‘‘Jugar para Carabobo, representar al estado, llevar ese
escudo en el pecho, en la camiseta, para mí siempre fue un sueño por ser
carabobeño y de la ciudad. Jugar en el Misael siempre era un sueño y conectarme
con toda la fanaticada de Carabobo; sentir ese aliento, esos momento malos,
momentos buenos y emotivos son recuerdos imborrables que hay en mi mente y que
quedarán para toda mi vida’’,
señaló mientras recordaba con añoranzas.
Desde que era un aficionado del granate siempre se interesó
por el rendimiento que desempeñaba Vicente Rosales, otro guardameta de suma
trascendencia en la institución, a quien recordó como ‘‘un gran ejemplo y un gran amigo
durante tantos años de carrera y creo que fue uno de los pocos jugadores con los que tuve esa faceta de que lo vi como
un ídolo y luego como un compañero de trabajo. Compartimos muchos momentos
juntos y estoy agradecido’’. Asimismo se refirió al equipo con el que
le tocó compartir vestuario como grandes personas que influyeron poderosamente
en su carrera, tales como Daniel Delfino, con quien se molestaba cada vez que
le hacía un gol en el entrenamiento, Antonio Steimbach, Julio ‘Taka’ Machado y
Luciano Roque.
De esta forma, expresó que sería injusto decidir entre cuál
es su momento favorito en Carabobo, ya que la adrenalina que se vive en los
encuentros es de otro nivel. Sin embargo, uno de sus vivencias favoritas fue al
instante de retirarse, cuando la tribuna popular y la principal coreaban su
nombre y se iba como un orgullo de la casa que había dado todo por defender los
colores de su región.
‘‘Pienso que en el pasado hubo una deuda que fue levantar
un campeonato con Carabobo y creo que ese objetivo lo tendré por siempre hasta
lograrlo. Es mi club, es mi equipo, es mi pasión, así que me gustaría regresar.
En algún momento lo haré y cumpliré esa meta ya sea en el Misael, en la avenida
Bolívar o en la redoma de Guaparo, pero tenemos que lograrlo’’, dijo con el mayor optimismo.
Tras tener un paso en el anterior cuerpo técnico dirigido
por el profesor Julio César Baldivieso y la selección de Palestina como
preparador de porteros, actualmente Deusdedit se encuentra en Estados Unidos,
laborando en las categorías inferiores del Dynamo Dash, en el cual realiza
reclutamiento de talentos en la posición del arco para el primer equipo tanto
femenino como masculino.